Fue joven Ministro de Minería durante Allende perteneciente a la Izquierda Cristiana, director del Servicio de Cooperación Técnica (CORFO) durante Frei Montalva y perteneciente a la DC (sector “tercerista”, entre los “rebeldes” de Ambrosio y los “oficialistas” de Orrego), ingeniero civil de la “U”, presidente de la FECH cuando yo -un poco menor- vice de la FEUC, más tarde se casó con Cielo Tomic Errázuriz (pronta separación), hijo tengo entendido por mi padre de un hombre muy respetable y honesto.
Supongo pero no se que estuvo preso y exiliado. Recordemos de paso que durante la UP la IC y el MAPU-Garretón (no el de Gazmuri ya muerto Ambrosio) se acercaron al PS de Altamirano y al MIR. Al “castrismo” en Chile; mientras el PC, el MOC (Gazmuri) y el PR no.
La última vez que crucé a Pedro Felipe fue hacia el final de Pinochet en el barrio Lastarria. Parecía un vagabundo, un zombi harapiento y deprimido. Lo detuve amablemente. Lo saludé. Fue recíproco. Pocas palabras. Conocíamos que conocíamos la historia. Las miradas comunicaron nuestro afecto. Después escuché que en el sector privado su situación económica estaba bien. Políticamente ha muerto sin resurrección posible.
Sin embargo, era de los jóvenes políticos más promisorios de Chile. Muy hermoso físicamente, excelente lenguaje, elegante, inteligente, culto, honesto: las tenía todas. Fuimos amigos. Le tuve y mantengo cariño. Él (no sólo él) quería que yo fuese presidente de la FEUC, pero yo no y punto: detesto la pérdida de tiempo en los protocolos figurativos del “poder” y de la “carrera” política, gracias a Dios rechacé involucrarme en eso y no por humildad sino por intuir que se influye menos dentro que fuera de la foto inevitablemente farandulera en la política o en la economía; así, ¿qué influencia de fondo tiene en Chile nuestro candidato de Miami Beach, ése que aletea diciendo primero, segundo y tercero? Ninguna: espuma en tina hollywoodiense de La Dehesa.
Un anochecer, en micro (¿1966?), un alto dirigente estudiantil de la “U” me dijo, consciente de mi amistad con Pedro Felipe, “ten cuidado, es maricón”. Ello me fue indiferente. Jamás hubo un gesto “raro” de PF hacia mí. Pero la “información” me enseñó sobre cómo funcionan ciertas cosas en Chile. Más tarde, Claudio Orrego Vicuña me llamó por algo más “sórdido” al respecto, que comprometía durante Frei Sr. al RIP Ministro de Economía (amigo íntimo de mi padre), a PFR y a Genaro, todos DC. Bueno, no seguiré con el conventilleo, a menos que se me lo pida con alguna justificación válida.
El hecho es que Pedro Felipe fue políticamente liquidado por ser -en lo personal no me consta- homosexual. Intervención rumorosa, hipócrita, envidiosa e infame en una vida privada que no tenía ningún efecto sobre la acción pública. No me cabe duda que entre quienes “mandan” en Chile debe haber bastante homosexualidad + culina y – culina. Pero basta con que alguna de esas personas salga de la permisiva mediocridad para que sea lapidada. A menos que ella tenga ya demasiado poder histórico, como -se insinuó en la indiferencia general- sobre Jorge Alessandri Rodríguez; o que por su irrelevancia se lo haya dicho de Mónica Madariaga.
A Pedro Felipe Ramírez, homosexual, van mi saludo y mi respeto de heterosexual. Por solidaridad con la “clase” política de Chile expreso a él mi asco, mi vergüenza y mi culpabilidad de pertenecer hasta cierto punto a ella, cogotera por donde convenga. En nombre de esa clase que perdió a PFR, le pido, por mi solo derecho, perdón.
22 comentarios
Comments feed for this article
marzo 13, 2007 a 4:01 pm
Victor Valenzuela Aranguiz
Hay que tener valor para haber escrito esta columna.
marzo 14, 2007 a 11:12 am
Tanger Parker
Señor Valenzuela:
Totalmente de acuerdo con usted, además me parece que hay que ser valiente.
Por ahí leí que hicieron alusión por el motivo de no participar más en el blog de don Arturo. ¿qué paso? fue la pregunta.
Bueno, en realidad leo todos los días este blog, como dije en ocasiones anteriores me entretengo y aprendo mucho, encuentro sumamente interesante artículos escritos por el señor Montes, debe tener una larga y extensa trayectoria de vida y mucha experiencia, educación y cultura, desconozco su edad.
Ahora contesto la pregunta de un señor que preguntó qué paso?, primero soy un poco reticente y me da susto escribir, me sentiría mal ser criticada o corregida. Se que no tengo este don por esto muchas veces me abstengo. Pero, ésta no ha sido la causa principal, estuve fuera del país y me estoy recién integrando a mi trabajo y volviendo a mi realidad.
Un gran saludo para todos los que participan en este blog, ojalá haya gente más valiente que yo.
marzo 14, 2007 a 11:23 am
Arturo Montes Larraín
Tanger:
Tengo 62. No temas ser criticada. Abstente menos. Como hoy: valiente. Y aportas. Un beso. Arturo.
marzo 14, 2007 a 11:34 am
Arturo Montes Larraín
Un comentario de Tanger y otro posterior mío apareciron hasta haber ahora desaparecido de este espacio. Igual cosa ocurrió justo antes con uno mío a Rogelio ante una de sus críticas. ¿Problema de Internet, supongo? Molesta escribir para verse perdido en el cyber-espacio.
marzo 14, 2007 a 11:52 am
Guillermo Guerrero Rodríguez
Otros tiempos.
Tuve de profesor auxiliar en la U a PFR, era ya Presidente de la Fech. Fue un excelente profesor no solamente porque sabia de que hablaba sino que porque con su voz acerada nos impelía a estar orgullosos de nuestra Universidad y esforzarnos por ser cada vez mejores y responsables como privilegiados que éramos de estar en aulas. Eran tiempos en que un ideal era la Universidad para todos.
Lo vi y escuche recién llegado yo a la Universidad en asambleas apoteósicas en la sala Q 10 de Beaucheff, solo contra en mundo de izquierda defendiendo como un titán al recién asumido gobierno de la Revolución en Libertad, herida en su orgullo, furibunda y odiosa izquierda en esos días destruía las calles por un alza de pasajes de micros. No eran tiempos aquellos en Chile de pactados polinomios fijadores matemáticos de precios, era el gobierno en acción quien los fijaba, así las cosa el gobierno y no la complejidad del mercado el culpable.
Delgado decidido fuerte desafiante PFR los sobrepasaba a todos, solo contra la vorágine castrista leninista marxista, tenía impresión de que hasta los izquierdistas ansiaban escuchar su voz.
Devine JDC en parte gracias a él. Claro las cosas cambiaron para él y al tiempo supe que ya no era el decidido apoyador del gobierno DC, las personas cambian, en aquellos tiempos el marxismo leninismo elevado al nivel de ciencia exacta embrujaba a muchos jóvenes dispuestos a construir sociedades heroicas, sin nociones suficientes de economía ni de las complejidades de la naturaleza y las sociedades de humanos.
Así pues vimos como muchos de los jóvenes de la revolución en libertad apoyar a un Salvador Allende nulo en economía y la naturaleza de las cosas, con una vida privada marital digamos de dudosa fidelidad, un Allende que no vaciló llevar al caos a Chile para transformarlo en otra isla liberticida con empanda y vino tinto, en su caso Güisqui Chivas Regal.
Muchos están gloriosamente de vuelta después 20 o 30 años, más vale tarde que nunca dicen.
Nunca imaginé que Pedro Felipe Ramirez fuese homosexual, el tiempo ha pasado y al menos en mi concepto ser homosexual no es ningún pecado original, el gran aporte del liberalismo es entre otras cosas precisamente ese, no me importa si eres homo o bisexual, si eres ateo, agnóstico, católico, protestante, alcohólico, si eres chino japonés. africano yanki araucano o europeo, lo importante es que quieras colaborar en el marco de un mundo libre.
Gran tipo Pedro Felipe Ramírez y me importa un pucho si es homosexual o no.
marzo 14, 2007 a 12:51 pm
Arturo Montes Larraín
Guillermo:
A mí más me importa más un pucho que eso. Pero el hecho es que con eso fue destruido. Y no soy tan optimista como tú para pensar que haya aquí tolerancia. Como sugerí: si eres mediocre, no pasa nada; si te destacas (cf. en A.I. «El chaqueteo»), estás jodido; si demasiado poderoso ya, vista gorda; y si irrelevante, ni se habla. Días atrás -sin pronunciarme sobre mi situación personal en estas 4 categorías- supe de una calumnia ignominiosa que en un círculo «pequeño» circula sobre mí, inventada y difundida por alguien inimaginable, dada la confianza y la amistad mías hacia él: yo (62 años) habría golpeado haciendo sangrar en la boca a mi padre (86 años). ¡Y me lo aseveró directamente, insistente, seguro, el autor de tal relato! Retuve las palabras «mentiroso, calumniador» reemplazándolas por un sencillo «eso no es verdad». Consulté a padre y madre sobre tales «hechos», ante mi mujer, incrédula. Los negaron rotundamente y mi madre quedó de aclarar el asunto ante ese hombre. Pero quedo atónito, además de adolorido: ¿cómo puede ser que gente, oficiante eficaz de ejemplar y bondadosa, pueda, entre misa y misa, actuar así?, ¿qué la lleva a ello?, ¿una infinita maldad en cuya realidad no creo ni creeré?, ¿mejor, locura socialmente ignorada?, ¿cosas que por «error» suceden incluso en las «mejores familias», si no más que en las «peores»? No guardo ningún rencor. En mí, el suceso está ya perdonado, sin petición -que no requiero- de perdón. Pero no entiendo. Esa persona nada tiene que reprocharme. Le he hecho favores importantes y para mí inconvenientes en el plano económico. ¿Envidia? ¿De qué, por favor, si yo soy peor que ella en ciertos aspectos y mejor en otros, como todo el mundo, considerando además que el sentimiento de la envidia es tan pequeño y mezquino: ¡yo, cuando encuentro algo superior a mí, salto de alegría, agradezco! Quizás la explicación menos incorrecta sea la locura. Recuerdo por ejemplo que durante el pleno caos en la UP (yo asesoraba a Fernando Flores en Hacienda) aquel hombre me aconsejó muy en secreto un descubrimiento genial suyo: el gobierno debía falsificar dólares a destajo para que la moneda chilena subiese en relación inversa a la inflación. Y hay otros ejemplos muy sabrosos concernientes a la misma persona. Pero en fin. Gracias a todos por serme permitido este pobre desahogo que decepciona sin embargo sobre la condición humana. Qué extraño. Jamás se me habría ocurrido inventar algo así de alguien. No. Jamás.
Guillermo: fue un pucho y no un fálico Partagás que fumé, además, por la boca. En cuanto al tema de fondo aquí abordado, coincido 100% con tu punto de vista. Mi saludo.
marzo 14, 2007 a 12:54 pm
Rogelio Blanco
Estimada señora Parker:
Mi alusión, reforzada por Víctor, se refería a un conjunto de señoras que como usted han tenido participación en este blog. Arturo, amablemente, ha respondido a don Víctor y a mi comentario y tema concluido.
Leí sus aportes a este blog cuando los envió hace algún tiempo, y me parecieron muy buenos, y si a raiz de su opinión se produce una discusión, bienvenida sea. Los que estamos aquí aprendemos con las opiniones de los demás.
Como en los concursos de los supermercados…»Siga participando». Nos enriquece a todos.
Una afectuoso saludo.
marzo 14, 2007 a 1:17 pm
Rogelio Blanco
El comentario de Guillermo me trae recuerdos. Yo tuve clases y, como dirigente de la JN, hablé más de una vez en la Q10.
Ingresado el 70 a Beaucheff me tocó el período más caótico de la reforma universitaria, de la mano con los procesos que se nos venían encima hasta su dramático clímax el 73.
Leo a Arturo refiriéndose a estas personas tan cercanas a él en esa época, y veo también a los de mi lado en que la motivación principal era no perder la libertad frente a un sistema marxista.
Esta lucha por la justicia social de unos, mientras otros contraponíamos el mantener la libertad, nos habla de una juventud de ideales sin egoísmos, valiente y decidida a jugársela toda por lo que creíamos.
La paradoja es que del 65 hasta hoy no tuvimos ni justicia social ni libertad.
Leo lo que nos escribe Arturo, y me vienen los recuerdos de la época, viéndolos como en una película color sepia. Siento nostalgia de nuestra fuerza para las ideas de entonces, siento compasión por el sufrimiento consiguiente de tantos y siento preocupación por nuestra sociedad actual, despreocupada de todo lo colectivo, que nos ha transformado en islas humanas.
¿Podrán los líderes de hoy dejar una impronta que signifique que en el futuro un Arturo como el nuestro comente de ellos desde el fondo de su corazón, para darnos una visión complementaria de la historia que vivimos?
marzo 14, 2007 a 2:30 pm
Guillermo Guerrero Rodríguez
Don Arturo
Lamento lo que ha pasado que de seguro es mucho más de lo que cuenta acá, yo simple perico de los palotez sin relevancia he sufrido infamias similares que quedan al final impunes ya que si se responden con indiganación o un par de patadas en el poto las el escandalo solo termina favoreciendo al infame.
En fecto, como de costumbre me mal expresé, yo creo que hay en Chile mucha discriminación, falta mucho en ese ámbito.
En todo caso Don Arturo su Blog se pone cada vez más fascinante, las personas que conocí al pasar de abajo hacia arriba como simple casi niño idealista simpatizante Ud las conoció de tú a tú.
UD me recuerda lo que una vez me dijo un jefe (un ejecutivo) Francés en Francia, un trabajólico desatado. » Guillermo o llego a ser presidente de la República o me voy a la capacha »
Marc Antoine no llegó a ser presidente de la Republique, eso es evidente, pero perdió toda relevancia en el poder dentro de la gran empres. Sin embargo el tipo no era para quedarse callado o pasar como una sombra. Llegó a ser presidente del sindicato de su Branche y la última hazaña (hace dos años) que perpetró fue cerrar las puertas de la empresa con candados y soldando las puertas con planchas metálicas durante un movimiento sindical.
marzo 14, 2007 a 5:33 pm
Tanger Parker
Muchas gracias, don Rogelio por sus palabras, estaré con ustedes en cualquier momento.
¿Qué ha pasado con el señor Montes? ufff silencioso. ¿Estará tramando algo? jajaja
marzo 15, 2007 a 1:12 pm
Rogelio Blanco
Arturo:
Simplemente increíble lo que te inventaron. Aunque sé que tienes mucha fuerza interior, que te ayude el saber que somos más los que pensamos que eres una buena persona.
Un abrazo.
marzo 15, 2007 a 5:52 pm
Arturo Montes Larraín
Rogelio:
De corazón, jamás he perdido el sentido de mi libertad ni temido perderla. La he ejercido con el acelerador a fondo sin consecuencias objetivas ni subjetivas que la menocabasen. La tortura, la cárcel o el exilio dejan abierto el inmenso espacio de la libertad. Después del golpe, libremente, escondí en mi casa a gente más amenazada que yo y como hubo tanto cobarde encargado de la seguridad en los partidos de la UP, tanto cobarde que no cumplió con su tarea específica de la cual alardeó hasta el 10 de septiembre para de inmediato fondearse, me tocó -cómo no- ser decente y proteger: por mi libertad, no podía decir «no, ándate». Claro, a los 62 años no tengo la libertad salvo suicida para correr la maratón, pero la tuve; y lo ya tenido se mantiene actualizado. Pero tengo, en pasados tres meses de UTI, la libertad de reír y hoy de escribirte. La libertad no era pues un problema que se plantease en mí. Vuelto del exilio en 1984, dije, escribí e hice con entera libertad mi vida. Claro, no iba tirar piedras a La Moneda, porque eso era estúpido y la libertad no lo es.
La cuestión para mí era así la justicia social, no la libertad. Yo creía para esto en Frei Montalva. Y dejé de creer en él cuando echó con desvergonzada ignominia a Leighton. Me equivoqué pensando que Allende haría más justicia social, cuando hizo más tonterías que maldades. Buena pega que no me interesaba me fue ofrecida después del golpe por empresarios pinochetistas que me apreciaban.
La situación actual es muy distinta. Yo no siento ninguna nostalgia de esos ideales fanáticos y nunca he sido un fanático de nada ni de nadie. Hoy se sufre de sabio escepticismo. Mis hijos son felices. Y yo, como ves, «jajajá», dijo Tanger con su guiño reactivo en su «discurso indirecto» (cf. M. Bakthine en «El marxismo y la filosofía del lenguaje»).
marzo 15, 2007 a 6:10 pm
Tanger Parker
Sr. Montes:
Necesitabamos un Allende para haber tenido un Pinochet.
marzo 15, 2007 a 7:32 pm
Arturo Montes Larraín
Así es. Lo escribí en enero de 1970. Y reescrito incluso en A.I., no recuerdo ahora dónde, ah, sí, en la pieza de teatro: «La fragilidad». Allí estuvo el patriotismo objetivo de Allende. Con las secuelas conocidas.
marzo 15, 2007 a 9:13 pm
Rogelio Blanco
Arturo:
De acuerdo, pero la pelea de los 70 se planteó en esos términos.
Veíamos que la llegada de un gobierno marxista era el término de una forma de vida en que el modelo a imitar era el de los socialismos reales con gente que huía saltando muros y alambradas o tirándose al mar en cualquier cosa que flotase un poco.
Veíamos que la libertad de prensa se amenazaba con el retiro de los cristales de las radios o la clausura de diarios, con la creación de conflictos ficticios que terminaban con la intervención y el despojo de las empresas para formar un área estatal de medios de producción.
Las libertades personales se conculcaron por medio de la amenaza, el ataque o la muerte de algunos opositores.
Cierto es que mi libertad no la sentí amenazada porque tuve la determinación, con muchos otros, de no dejarnos arrinconar y salimos a la calle, y la ganamos, con lo que podíamos expresarnos y oponernos al régimen que no queríamos.
No se trataba de la libertad de hacer lo que yo quisiera. Era el modelo de sociedad con los grados de libertad en la expresión ciudadana, en la capacidad de elección, etc. que defendíamos frente a lo que fue la amenaza desde el gobierno de Allende.
Frente a nosotros estaban los partidarios del gobierno y del modelo de sociedad que perseguían. Los respeté entonces y ahora por su entrega y dedicación a sus ideales. Fanáticos había en ambos lados y no son la medida a considerar.
La nostalgia a la que me refiero no es entonces a los fanatismos ni menos a las ideas de la época. Es la nostalgia de una juventud que dejó su vida de jóvenes para hacer una vida de adultos conscientes que se jugaban un modelo de sociedad para toda la vida, contraponiéndose entonces a la falta de compromiso y a la dejación por la cosa social que veo hoy.
Quizá algún día me decida y escriba algo sobre lo que ví en los jóvenes de principios de los 70.
Me marcó haber marchado por la Alameda con miles como yo. Me marcó haber dormido semanas en los techos de la Escuela de Derecho después que la tomamos, hablar en Asambleas Estudiantiles, encendiendo las pasiones por una lucha que creí que debía dar.
También me marcó el sufrimiento posterior de los que perdieron, porque dieron y sufrieron mucho más que yo, cuando creían en sus ideas como yo en las mías. Me marcó ver morir jóvenes en las calles durante la UP y después saber de la muerte de otros en lugares de tortura donde lo peor de la bestialidad humana se vomitaba a diario contra personas inermes.
Así estimado Arturo, aunque tú hayas usado tu libertad como me lo describes aquí, hay otros que no pudieron, muchos que se aterrorizaron de hacerlo y otros que no quisieron. A la sociedad chilena le ha faltado libertad ya sea por gobiernos como el de la UP, por el de Pinochet o actualmente, por los reglamentos del modelo económico en Chile, no porque el modelo en sí sea contrario a la libertad.
Esto último da para mucho más. Ya habrá tiempo, si tu quieres, para desarrollarlo.
marzo 16, 2007 a 1:26 am
Arturo Montes Larraín
Rogelio:
El gobierno de Allende no fue asesino profesional. El de Pinochet sí. El de Allende no fue ladrón profesional (estuve en Economía y en Hacienda). El de Pinochet sí. Mucho más -perdón, Lagos- que el de Lagos. El de Bachelet hasta ahora es inocente. Tales son sobre asesinatos y robos mis convicciones, sin subjetivismos ni rencores u odios. Queriendo ser objetivo.
Pero -lo admito- hubo un contexto histórico y geopolítico que explica aunque no justifique lo anterior. De allí, concisa, la conversación más arriba entre Tanger 6:10 pm. y yo 7:32 pm. Allí todo está dicho.
Yo soy muy poco de pasiones en estos jugueteos sangrientos. Más bien los reflexiono. La muerte me impresiona poco. Como la vida. En situaciones dramáticas sigo tranquilo. Salvo contadísimas y momentáneas excepciones. Porque -lo digo con toda frescura- creo en Dios, amigo perpetuo, que sitúa todo en su realidad. No son de mi gusto las lloronas ni los llorones. No visito cementerios.
Chile estuvo demente en esos años. Ahora no. Cuadra y yo somos amigos. Con el Mamo no. No pierdo energía en odiarle. Tampoco soy amigo de la Gladys o de Enrique Correa. Soy de pocos amigos. A honor lo tengo. Conozco a las almas desalmadas de la humanidad. De izquierda, de centro y de derecha. De pobres y ricos. Conozco bondad de ateos y maldad de creyentes. No ando de juez. Prefiero amar.
En lo histórico, mucho influyeron para la sociedad Allende-Pinochet los fracasos de «Don Gabito», de «La escoba», de «La Señora» y del «Kerensky chileno». En lo geopolítico, mucho influyeron de manera más coyuntural Nixon, Castro y Breznev. Nosotros andábamos como idiotas haciendo el 8 en esto, por razones más bien fútiles. A pesar de sus defectos grandes y pequeños, la Concertación, hoy en crisis, ha mejorado el cuento. Y la Alianza, también en crisis, ha contribuido a mejorarlo. Chile es más Chile que antes. Hemos pasado de sacarnos la madre a decirnos cara de poto. Nuestros problemas están siendo gracias a todos de país casi desarrollado: el Transantiago, la corrupción, la delincuencia, por ejemplo.
Nada tengo contra la alternancia. Pero con alguien que valga y unifique aún más. No creo en Piñera. Sí, por ejemplo, en Lamarca, en de la Maza y otros. Pero las peleas de capilla rebajan a la Alianza. Si opta por el Tatán, la Concerta le opondrá a la Chol y ésta ganará, por tener consigo desde toda la DC hasta el PC. Yo votaría por ella (nada de tonta), pensando en Chile, no en mí. Sería mejor candidata que Insulza frente a Piñera, porque mucho DC preferiría a éste, tan imprevisible, sin embargo.
En otros términos, calma y buena letra. Podemos ser amigos. Mi saludo.
P.S.: No soy misógino. «Cada participante» lo sabe.
octubre 19, 2007 a 11:07 pm
ArturoMontes Larraín
Acabo de releer gracias a Daniel esta columna. No está mal. Echo de menos a Rogelio Blanco y a Tanger Parker.
enero 17, 2008 a 9:11 am
La Página® » Cotilleo Político: Inauguración Muestra Fotográfica Museo Salvador Allende
[…] fue como conocimos al ex ministro de minería de Allende, Pedro Felipe Ramírez. Villegas nos presentó “como la más guapa” del recinto ante lo cual protestamos. Si […]
diciembre 13, 2010 a 7:55 pm
Arturo Montes Larraín
Ya está Piñera en la Presidencia. No me cae mal. Los días excepcionales en que no mete la pata me dan más bien un poco de risa. Es grosero, dominador; y qué, no hay verdadera perfidia en eso. El pobrecito ha atravesado por meses catastróficos que ha manejado sin idiotez. Tiene un buen equipo ministerial salvo excepciones como para dar un solo ejemplo su vocera verdaderamente torpe. Esperemos que 2011 sea más apacible que 2010. No es seguro, por el incipiente aunque creciente movimiento social siempre causante de desorden. Como por magie incomprensible, la máquina económica está entretanto funcionando correctamente. Hay sí un grave problema cultural radicado en la ruptura de la relación social y en la dependencia galopante de la decadente economía norteamericana. Esto se refleja en el modo de vida que sintetizan una pésima TV, el reino de la mediocre publicidad, el hábito de la pujante injusticia social creadora por odiosidad de más delincuencia no sólo pobre y juvenil, la charlatanería transversal de la clase política y religiosa, etc. Una diseminación de la sociedad está en curso como proucto interiorizado de la «economía social de mercado». El abandono individual de la vida en común deshace el hormiguero y la «reina» obesa enflaquece quedando sola. Es éste un camino peligroso. Se nos promete desarrollo para unos diez años más. ¿Qué desarrollo? ¿Más suicidios?
Y a todo esto, ¿dónde quedó PFR? En nada. En la nada. Triste historia la de Chile. Es mierda en el éxito.
julio 4, 2011 a 9:46 pm
Serfio Saavedra Rivera
Perteneci a la Izquierda Cristiana post 80, en su «reconstruccion», ahi conoci a Pedro Felipe Ramirez y en esa epoca alguien me «soplo» aquello de que era gay, lo que no me importo, tal como no deberia importar si yo lo soy o no. La pregunta es, que es de PFR hoy?, ha recibido estas frases de «perdon»?, se ha enterado que aun es valorado?. Me gustaria saberlo.
Un abrazosde Australia ami@as, interesante Blog.
julio 5, 2011 a 5:02 pm
Arturo Montes Larraín
Serfio: no sé. Oí que ahora le está yendo económicamente bien. Conservo por cierto mi cariño hacia él. Chile es una mierda para destrozar a la gente, especialmente si se destaca. Es maricona o alcohólica, etc. Con esto el país pierde valores y los masacra, si puede. No. No es «el país». Es la mediocridad de su clasesita dirigente. Mi saludo.
abril 7, 2012 a 5:28 pm
Administrador
Debo escribir algo que no se sabe y me concierne política y personalmente, pero no sé si ahora ni si aquí. Estoy pensándolo. Atañe -lo escribo sin creerme el Cid- a Chile entre mayo de 1969 y el presente con su proyección al próximo gobierno, dirigido por una persona representativa de las clases hipnóticas en el poder temporal y clerical, como asimismo de las mafias transversales que las reúne y glorifica. Saludo con amor heterosexual a Pedro Felipe. Me ayudaría conversar con él. Sí, algo debo explicar aún, en nombre de varias personas ya muertas o todavía vivas, como Leighton, Tomic, Frei Montalva, Ampuero, Volodia, Maira (perdón, pero esa vez te pasaste, recuerdo a tu padre con insigne respetabilidad), Millán (!), Ambrosio, Gazmuri, Molina, Aylwin, Sergio y Jorge Insunza, mi padre (!), Javier Lagarrigue, Francisco Bulnes, Cristián Precht, el cura Puga, Silva Henríquez, y cien más («cherchez la femme…»). Tengo mucho que decir para desfalsificar un poco la historia reciente de Chile que los «historiadores» cubren de mentira. No puedo hacerlo solo. Cuando leo a Vial Correa, sé que debo hacerlo para que los jóvenes no se queden con pura mentira. Sin que yo pretenda a la verdad pero sí a la discutible veracidad.
En la lista anterior dejo a miserables de la moral al lado. Veré. Mi saludo especial a PFR. ¡Habla! Arturo.