La frase del título ofrece poca originalidad, es demasiado conocido el cuento, me fue enseñado por mi (“me, mi”: feo) padre cuando yo tenía 4 años de edad, qué memoria, qué literato. Pero veamos. Lea letra a letra la frase al revés. Chiste repetido sale podridamente ingenioso. Hay no obstante, por lo menos, dos problemas, uno secundario de carácter ortográfico y otro principal de orden gramatical.

– Leyendo al verres, “abad” no llevaría acento (o tilde como dice el siutiquerío).

– El dativo “le” sobra. Daba arroz a la zorra el Abad -o dábale arroz- pero no como arriba. Yo no le dije a mi papá que había tal error gramatical. No se lo dije. Correcto, respetuoso, nada le dije. Miré el mar. Esto del dativo excesivo es un error muy excesivo en castellano y no sólo chileno.

Puede haber “humor”, ése del fácil que hace reír a tantos tontos, sí. Del tipo que yo no le dije al feo de mi Abád que le diera arroz a la zorra, sic, porque la sorry no come arró’, es carnívora, come ratones y además no hay ninguna zorra, menos aún para un casto abad en el camino de las abadías de cuya existencia usted no tiene ni la más pelota idea por zorro que sea. De modo que daba ratón a la zorra el zorro. No hay falta. Lea al revés. Resulta: “Orroz le Arroz a la Nótar Abad euq Odom ed”. Usted no comprende na. Por espíritu pacifista supone que se trata de un código con mensaje terrorista enviado pues a la “Inteligencia” donde se estudia con seriedad eso, hasta descubrir al revés y al derecho con todo atravesado que es una simple sarta de huevadas, como le dice en secreto la secre a su zorra de abajo. Qué divertido, ¿no? “A very british sense of humour, glad to meet you, sorry”.

Pero el “Servicio de Inteligencia” es más tonto que una escoba. Ignora que en la sencillez está la verdad por usted ya sí descifrada. Y, convengámoslo, terrorífica: OLAALNAEO; que allá significa, sí,… ¡ay!